miércoles, 16 de febrero de 2011

Cinco días.


Llevo una semana atacado de los nervios.
Supongo que es normal.  Quedan cinco días para mi gran viaje. Tengo la sensación de olvidarme de un montón de cosas, se supone que un viaje así tiene que tener un montón de preparativos, horarios, alojamientos, contactos, vuelos, viajes en tren... Pero este viaje es distinto, es un viaje no preparado. Esto es llegar y buscarse la vida.
El viaje no ha empezado y ya han comenzado los problemas, la situación de Egipto ha hecho que el vuelo de El Cairo – Kuala Lumpur se cancele, después de un montón de llamadas, broncas, suplicas y mala leche, he conseguido que me ofrezcan un cambio a Bangkok. Parece poca cosa visto desde España, pero son casi 1300 Km de distancia, casi lo mismo que de Santander a Alemania.
Desde hace meses, exactamente desde que llegué a casa proveniente de India, he deseado largarme de nuevo, necesito vivir otra experiencia y siempre lo he vislumbrado desde el egoísmo, lo hago porque yo quiero, para mi propio beneficio. Pero resulta que ahora ya no es solo eso.  Desde que he empezado a hacer público este viaje he visto como la gente siente una envidia sana, todo el mundo me anima, todo el mundo se interesa y quiere tener noticias.
Un montón de personas les encantaría poder echarle huevos y lanzarse a la aventura como yo, sin un billete de vuelta... Últimamente he ido descubriendo que el hecho de hacer público la realización de uno de mis sueños ha despertado en los demás algo que no existía. Han visto que yo soy capaz, yo, sin ser nadie especial, sin ser alguien con una vida distinta a las demás, solo un currito más de esta sociedad terrible. Y si yo soy capaz de esto, ellos  lo son para cumplir sus sueños, para echarle huevos. Me llegan comentarios de amigos que dejan de lado el miedo que supone enfrentarse a lo desconocido, que ahora han decidido avanzar, que han visto mi ejemplo y quieren seguirlo. Mi sueño es mío, pero cada uno tiene el suyo,  unos quieren terminar una relación que les hunde, otros piensan en cambiar de ciudad y empezar de cero, otros se atreven a decir eso que llevan dentro desde hace meses...
Hay que encontrar el momento, yo lo he encontrado ahora. Esta decisión es como hacerse un tatuaje, yo llevo varios, cada uno con un significado, cada uno hecho en el preciso momento en el que tenía que hacerlo.
No es necesario comprar un billete y perderse en el culo del mundo, desde su casa puede cada uno hacer eso que lleva tiempo deseando.
Bueno, esto viene a que siento que mi decisión ha ayudado a otras personas a plantearse muchas cosas, y eso me encanta, disfruto viendo como una decisión egoísta se ha convertido en una forma de que despierte algo dentro de los demás.
Así que nada más, en cinco días comienza todo. No puede irme mal, dure lo que dure, estoy cumpliendo un sueño,
Existe un Blog ya no solo para contar las experiencias, sino para poder recordar esto para siempre. Se llama Arroz con Perro, si, un nombre de lo más peculiar, tanto como este viaje, pretendo que todo el mundo participe con sugerencias, consejos, animos, o lo que os de la gana. Todo será bienvenido.

Cinco días, nada más... voy a explotar.

3 comentarios:

  1. no explotes idiota que sino no podras ir de viaje jejeje que vaya muy bien, solo te pido una cosuca, VUELVEEEE!!!!!!

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  2. Jeje... aunque sea un comentario anónimo, te he pillado!! Una de las razones más importantes para volver eres tu... Así que no sufras... Aún así, te guardo un sitio allá donde esté. Muak!

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  3. rodrigo ten cuidao xfaplis, te pued pasar qalqier cosa por ahi, no vayas ale de cabeza sin preocuparos de los riesgos q hay anda y no os creais q os van a recibir cn los brazos abiertos. sacaros x lo mns el viaje d vuelta, no me seais, ya os veo x la tele pidiendo ayuda a la embajada española jaja en serio, tnr qidao y ver la gravedad q hay. 1bso

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